Ambas bebidas cuentan con gran cantidad de adeptos a lo largo de todo el planeta. Ambas cuentan con un sinfín de propiedades que las hacen únicas, y ambas siguen ganando día a día nuevos adeptos que no imaginan comenzar su día sin al menos una taza de su favorita.
Y desde hace un tiempo, son muchas las personas que se preguntan cuál de las dos es mejor, cuál tiene mejores beneficios, cuál es más saludable y resulta a la larga más beneficiosa para nuestro organismo.
Amabas bebidas presentan una serie de similitudes y diferencias que veremos a continuación, y que te servirán para decidirte con cuál de las dos quedarte aunque ¿por qué no las dos? Veamos.
En primer lugar hay que aclarar algo. La famosa Teína y la Cafeína son exactamente lo mismo, no hay ninguna diferencia entre ambas. Son las otras sustancias presentes tanto en el té verde como en el café las responsables de los distintos efectos que ambas bebidas generan tras su ingesta.
Por otra parte, el café tiene una mayor concentración de este compuesto, lo que hace que su efecto sea más potente. El té, aparte de tener menor concentración, posee polifenoles y taninos que reducen la capacidad de absorción de la cafeína por lo cual su efecto es más leve.
En cuanto al sabor, el café posee un gusto fuerte, amargo, y es mucho más acido que el café, lo que lo hace contraindicado para estómagos sensibles. Por su lado, el té verde tiene un sabor no tan amargo, con un gusto característico a hierbas, y resulta mucho más suave para el tracto digestivo.
Beneficios a nuestra salud
Tanto el té verde como el café proveen excelentes beneficios para nuestra salud física y mental.
Gracias a su elevada concentración de antioxidantes, el té verde protege contra diversos tipos de cáncer, además de poseer propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
El café, por su parte, no sólo es cafeína, también provee nutrientes esenciales para nuestro organismo como potasio y niacina, aparte de proveer protección a nuestro hígado.
Ambos ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades como Parkinson, Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, a la vez que ayudan a combatir ciertos padecimientos como la depresión.
En cuanto a la higiene bucal, es sabido que el café puede llegar a manchar los dientes de un característico color amarillo, mientras que el té verde no sólo no te dará este problema, si no que además contiene flúor, lo que te ayudará a combatir el mal aliento y otros males.
Por último, pero no menos importante, hay que mencionar el impacto que tienen ambas bebidas sobre la calidad del sueño. Al tener mayor concentración de cafeína, el café puede generar a la larga problemas para conciliar el sueño.
Por otra parte, el té tiene un efecto contrario, permitiendo un sueño mucho más sereno, relajado y reparador.